El arte griego clásico se caracterizo por representar figuras humanas naturalistas, aquí se trata de lograr la perfección en las obras realizadas se trata de alcanzar de forma definitiva la idea de la belleza, con sus características principales de armonía, equilibrio y serenidad, buscando siempre la perfección y donde los ritos fúnebres se utilizaban las imágenes como ofrendas a Dioses o referentes a imágenes divinas.
La Acrópolis fue creada para la diosa Atenea, la divinidad de esta ciudad, donde en la llamada Atenas de Pericles se busca el embellecimiento de la ciudad, de tal modo se busca hacer lo mismo en este lugar de descanso con la ornamentalidad de la mayoría de las tumbas.
Con la simetría calculada o estética idealista ante la realidad se puede hablar del estilo neoclásico en el siglo XIX, gran influencia de esta época el cementerio General de San José, donde la armonía en las formas e inclusive los canonones de belleza se encuentran vigentes, con el Doriforo y el canon de siete cabezas, se aprecia como en las esculturas esta regla de belleza se hace presente.
En el periodo clásico la serenidad y emoción presente en las figuras silenciosas y recogidas en ellas en las despedidas de los actos funerarios, fuera en esculturas, relieves o vasos.
Se observan las figuras descansando sobre uno de sus pies en el llamado contraposto y creadas en mármol ya que era el material predilecto utilizado para la creación de las obras, el equilibrio en las formas reclinadas o reposantes con características estéticas de perfección.
Con la utilización de los órdenes se logra apreciar como el más sobrio el cual es el dórico se hace presente en muchas de las obras presentes en este lugar.
Igualmente los elementos ornamentales y los altos o medios relieves presentes en las lapidas alegóricas de esta época, las ánforas con ornamentación grecolatina son un claro ejemplo de lo que se vivía en ese siglo.
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